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El Centro Cultural Santo Domingo es un complejo cultural que está ubicado en lo que fue uno de los conventos más importantes de la colonia. Se trata de un convento de grandes dimensiones en el que se han establecido el Museo de las Culturas de Oaxaca, la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa y el Jardín Etnobotánico.
En una construcción que forma parte del conjunto pero del siglo XIX, se encuentra la Hemeroteca Pública Néstor Sánchez. Aparte de todas estas instituciones reunidas, el Centro Cultural Santo Domingo cuenta en el ex convento con espacios de usos múltiples, en los que se llevan a cabo exposiciones temporales, conferencias, cursos, presentaciones de libros y conciertos, entre otras muchas actividades.
Ex-convento de Santo Domingo
El ex convento de Santo Domingo de Guzmán, es quizá, la construcción virreinal en pie más grande e importante de México y probablemente de toda América, debido a su monumentalidad, su valor artístico y el papel que desempeñó como centro de evangelización y de promoción cultural para el territorio de lo que es actualmente el Estado de Oaxaca. Santo Domingo forma parte del centro histórico de la Ciudad de Oaxaca, el cual ha sido declarado patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura.
La construcción del convento inició a mediados del siglo XVI y se prolongaría hasta el inicio del siglo XVII, en una superficie que llegó a alcanzar los 40,000 metros cuadrados. Durante la colonia, Santo Domingo fue centro de una evangelización prácticamente monopolizada por la orden de los dominicos en todo el Estado de Oaxaca.
A raíz de la independencia y al decretarse la desamortización de los bienes del clero con las Leyes de Reforma, el edificio fue desalojado y ocupado por las fuerzas armadas. El Templo fue cerrado al culto en 1866 y reabierto en 1902, pero el edificio que ocupaba el convento siguió en manos del ejército mexicano. Partes del mismo fueron cedidas paulatinamente hasta que en 1993, el ejército desalojó definitivamente el inmueble y éste se destinó a fines culturales.
Durante cuatro años se llevaron a cabo trabajos de restauración arquitectónica y bienes muebles, planeación museográfica, investigación histórica, antropología y del medio natural del territorio oaxaqueño, gracias al esfuerzo conjunto de los gobiernos federal y estatal, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Remodelación
Con el propósito de rescatar el aspecto original del edificio, durante más de cincuenta meses, fueron restituídos al menos seis mil metros cuadrados de construcción y diez mil metros cuadrados de aplanado Se dio empleo directo a alrededor de mil personas en las temporadas más intensas del proceso de restauración; se recuperaron algunas técnicas constructivas empleadas por la orden dominica en el siglo VI y se sacó del olvido un conjunto de oficios ya poco practicados por los artesanos y trabajadores oaxaqueños como el herraje, la cantería y la yesería.
De la labor de restauración desplegada en Santo Domingo,sobresale la restitución de seis mil metros cuadrados de bóvedas, casi 50 por ciento del total original. Para ello fue necesaria la intervención de un amplio equipo interdiciplinario, conformado por arqueólogos, arquitectos e historiadores, entre otros, los cuales se dieron a la tarea de indagar, tanto en archivos de las ciudades de Oaxaca y México, como mediante la realización de calas en muros y pisos, cúales eran las características originales del edificio, a manera de justificar, desde el punto de vista hístorico, todas las reposiciones arqitectónicas que tuvieron lugar.
Finalmente, el 24 de julio de 1998, abrió sus puertas al público el Centro Cultural Santo Domingo, que integra actividades de cuatro instituciones: el Museo de las Culturas de Oaxaca, el Jardín Histórico Etnobotánico de Oaxaca, la Biblioteca “Fray Francisco de Burgoa”, la Hemeroteca Pública “Periodista Néstor Sánchez Hernández”, además de las áreas dedicadas a conferencias, congresos, seminarios, exposiciones temporales, cursos, conciertos, etc.
El Museo
En la planta alta se sitúa el Museo de las Culturas de Oaxaca, a través de un novedoso lenguaje museográfico y a lo largo de 14 salas de exposiciones permanentes y 13 salas temáticas, se proporciona a los visitantes un amplio panorama del devenir histórico en la entidad. En este nuevo recinto, los visitantes pueden apreciar la presencia permanente y determinante de los grupos indígenas en la conformación de la fisonomía actual de la sociedad oaxaqueña.
En sus salas es posible admirar las más sobresalientes piezas arquelógicas procedentes de Monte Albán (por ejemplo, las mundialmente famosas joyas de la Tumba 7) Mitla, Yagul, Lambityeco, Dainzú, Huijazoo y otros sitios prehispánicos, así como diversos objetos que dan cuenta de los rasgos y la continuidad de la cultura milenaria de zapotecas, mixtecos, mixes, huaves, triquis y demás etnias del Estado de Oaxaca, haciendo énfasis en que estos grupos son parte dinámica del acontecer cotidiano oaxaqueño.
Este recinto ha sido organizado en torno a una propuesta musegráfica que busca atender simultáneamente los requerimientos informativos de los distintos tipos de visitantes (estudiantes, turistas, investigadores, etc.). Un aspecto novedoso es la incorporación en las salas de monitores de computadoras donde de manera ágil y hasta divertida es posible profundizar en algún aspecto de la historia y antropología de la entidad.
El museo está dividido en catorce salas que abarcan 10 mil años de historia del estado, desde el surgimiento de los primeros asentamientos sedentarios y el florecimiento de las grandes culturas prehispánicas, pasando por diferentes aspectos de la conquista y la colonia, la época independiente, hasta llegar al siglo XX. Destaca la sala 3, donde se encuentran en exhibición las joyas encontradas a principios de los años 30, en la Tumba 7 de Monte Albán, consideradas como uno de los tesoros más importantes de toda Mesoamérica.
Las llamadas «salas interactivas», se encuentran en las salas V a VII en trece pequeñas celdas. Han sido concebidas como espacios en los que el público puede tocar los objetos que aprecia y obtener mayor información, con el apoyo de tecnología multimedia. Están dedicadas a diferentes oficios artesanales de Oaxaca: textiles, cerámica, orfebrería, talla de madera y esculturas, talabartería, hojalatería, etc.; la producción de tintes naturales, como la grana cochinilla; medicina tradicional; música; gastronomía; y la producción de bebidas como el mezcal, entre otras.
Jardín Etnobotánico
El siguiente espacio cultural de este complejo, es el Jardín Histórico Etnobotánico de Oaxaca, cuyo objetivo es dar a conocer la abundancia y las peculiaridades de la flora del Estado, los cultivos tradicionales, y rescatar el conocimiento que los pueblos indígenas de Oaxaca poseen acerca de la flora de su región.
Al mostrar en vivo nexos entre la diversidad biológica y étnica de Oaxaca, el Jardín Etnobotánico complementa y enriquece al Museo de las Culturas de Oaxaca y a la Biblioteca «Francisco de Burgoa». Esta relación del Jardín con el Centro Cultural, es inédita en México.
La Biblioteca
Otro espacio del nuevo Centro Cultural Santo Domingo de Oaxaca, lo constituye la Biblioteca «Fray Francisco de Burgoa», formada con el acervo histórico de la Universidad Autónoma «Benito Juárez» de Oaxaca. La biblioteca ocupa el espacio de la antigua capilla del Tercer Orden, una de las salas más amplias del Exconvento. Cuenta con más de 23 mil volúmenes editados entre 1484 y 1940, en su mayor parte colecciones propiedad de diferentes órdenes religiosas asentadas en Oaxaca.
Estas colecciones fueron incautadas en el siglo XIX, a raíz de la promulgación de las Leyes de Reforma. Entre sus tesoros más preciados se encuentran once incunables, algunos primeros impresos mexicanos, un manuscrito en latín de Fray Bartolomé de las Casas y la obra: “Comentarios a la filosofía de Aristóteles” de Juan Versor, editado en latín en 1484. También posee los importantes fondos bibliográficos de Benito Juárez Maza, Matías Romero, Jacobo Dalevuelta y Aurelio Valdivieso, cuya consulta está reservada a investigadores.
La Hemeroteca Pública «Periodista Néstor Sánchez Hernández», situada en el antiguo edificio de caballería, construido por los padres dominicos para el ejército mexicano en el año 1902, en agradecimiento por haber devuelto el Templo de Santo Domingo a esa orden religiosa, cuenta con dos espaciosas salas de lectura, donde es posible consultar los principales diarios de circulación local y nacional, así como diversas publicaciones en otros idiomas. En la primera se encuentran periódicos y revistas del día y del mes en curso. En la segunda, los de mayor antiguedad, entre los que destacan periódicos de la región que datan de mediados del siglo pasado, y un diario de circulación nacional desde 1978.
Además, el centro cuenta con varias salas, aulas y un auditorio, en los que se organizan exposiciones,congresos,foros, conciertos, cursos, talleres, recitales, presentaciones escénicas, ferias de libros y toda una amplia gama de actividades. Una cafetería y una tienda-librería complementan los servicios de un centro que está destinado a enriquecer aún más la vida artística y cultural de la ciudad de Oaxaca.
Más Atracciones Turísticas en Oaxaca
La Ciudad de Oaxaca, la capital del estado, es famosa por su arquitectura y por sus ricas tradiciones culturales. Oaxaca también cuenta con una espléndida y variada cocina y un clima primaveral durante todo el año. La UNESCO declaró la ciudad como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Oaxaca es el estado más diverso de México. Tiene picos que alcanzan más de 3.000 metros de altura, cavernas que se encuentran entre las más profundas del mundo, playas vírgenes, bosques apartados y valles soleados. Oaxaca es rica en tradiciones y costumbres y tiene la población étnica más grande de México.
Espacio ideal para el Turismo Alternativo, Oaxaca ofrece actividades como caminata, ciclismo de montaña, rappel, escalada, tirolesa, cabalgata, observación de flora y fauna y más, en estrecho contacto con la naturaleza. El visitante puede también presenciar los diversos aspectos de la vida local, saborear la gastronomía y disfrutar la calidez de sus gentes, así como una oferta de hospedaje en hoteles, cabañas ecoturísticas, casas locales o excelentes áreas de campamento. En su variada geografía, reúne no sólo una vasta biodiversidad, considerada entre las mayores del mundo, sin también riquezas culturales y étnicas insuperables, y los más distintos y bellos escenarios naturales.
Las playas de la costa del estado de Oaxaca están entre las más hermosas y completas de México, gracias a una infraestructura turística en desarrollo y a la rica gastronomía del Pacífico. A lo largo de los 533 kilómetros de costa, las playas de Oaxaca ofrecen una gran variedad de actividades para los amantes de los deportes acuáticos: snorkel, buceo, pesca deportiva, surf, entre otros… ¡hay para todos los gustos!
Lugares como Puerto Escondido, Mazunte, Zipolite, Carrizalillo, Puerto Ángel o las playas de Huatulco te brindarán la posibilidad de contemplar hermosas puestas del sol, deleitarte con el intenso turismo de aventura o ser testigo de la emocionante liberación de las tortugas recién nacidas.
En el estado de Oaxaca existen muchas costumbres y tradiciones durante todo el año, y dentro del estado, dichas que tienen en mismo fin de celebración pero con diferentes cosas, de hecho de una región a otra o más aun de un pueblo a otro, las costumbres varían por tal vez detalles pero eso es lo que los hace ser auténticos. Oaxaca tiene arraigadas costumbres y tradiciones. Se celebran todas las fiestas, las profanas y las religiosas. El calendario de fiestas es extenso por la diversidad de grupos étnicos, mismos que aún conservan.
La vasta cocina oaxaqueña se distingue por su tradición y el uso de ingredientes regionales. No por nada se ha posicionado como la Mejor Ciudad Turística del Mundo y el Mejor Destino Gourmet. En la presentación de la edición 2021 de La Guía México Gastronómico “Los Grandes Restaurantes de México” se reconocieron a 278 restaurantes ubicados a lo largo y ancho de la República Mexicana, en esta ocasión, fueron 16 los restaurantes oaxaqueños que se colocaron en el listado.
Oaxaca es famosa en todo el mundo por sus sitios arqueológicos y la historia que guardan. Descubra Monte Albán, Mitla, Yagul y más de estos sitios remotos, que han convertido a Oaxaca en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco. Los pueblos originarios zapotecas y mixtecos de Oaxaca vivieron en las ciudades y centros religiosos del valle de esta ciudad hasta la época de la colonización española. Hoy en día, aún quedan vestigios de estos pueblos y lugares donde poder conocerlos.
Las artesanías en Oaxaca son tan variadas y de tan buena calidad que se han constituído en un atractivo turístico. Las tradiciones ancestrales, la diversidad en las etnias, así como la riqueza en la historia del estado se han podido manifestar en la gran diversidad de creaciones de más de medio millón de artesanos que se tienen registrados en Oaxaca. En el centro del estado se encuentra la Ciudad de Oaxaca, una fascinante y hospitalaria capital en cuyo entorno se ubican diversas poblaciones, cada una con una personalidad y una tradición artesanal propia, acompañadas de sus respectivas costumbres, fiestas y platillos.
La tradición culinaria de Oaxaca es extraordinaria y está muy fuertemente arraigada. Existen catorce grupos étnicos diferentes, con sus propios platillos. Es una zona de incomparable riqueza para el turista interesado en gastronomía, etnología y cultura en general. Oaxaca es la tierra del mezcal, las tlayudas y de los famosos siete moles. Hay que dedicarle varios días. La gastronomía oaxaqueña es una de las manifestaciones culturales que identifican y definen a su pueblo, por su variedad, riqueza y complejidad que se han conservado a través de los siglos. La mejor manera para disfrutar la comida oaxaqueña, es probándola, desde los platillos “fuertes” que se acostumbran a disfrutar a la hora de la comida; como los tradicionales antojitos oaxaqueños que se pueden degustar a cualquier hora del día.
Monte Albán es la zona arqueológica más importante de la entidad oaxaqueña, de importancia regional única por el control religioso, político y económico que ejerció el estado zapoteco sobre la población del Valle de Oaxaca durante más de trece siglos. Ha sido nombrada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con la ciudad de Oaxaca el 11 de diciembre de 1987. La herencia del mundo zapoteco llega hasta nosotros a través de los magníficos sitios arqueológicos diseñados en el Valle de Oaxaca. De ellos, la ciudad de Monte Albán sobresale por su enorme importancia como eje económico, político y religioso (fue el primer complejo urbano de Mesoamérica); por su extensión, casi tan grande como la actual capital de Oaxaca; y por su larga vida, iniciada cerca del año 500 a.C y concluida alrededor del 850 d.C.
La Guelaguetza se trata de una ancestral tradición con raíces prehispánicas relacionada con las ceremonias agrícolas de agradecimiento a los dioses por la llegada de las lluvias y el levantamiento de la cosecha a finales de julio y es la festividad más grande de Oaxaca. La Guelaguetza es una fiesta de agradecimiento por la llegada de las lluvias y las cosechas, en la que representantes de todas las regiones del estado se concentran en la capital para compartir su cultura a través de bailes, artesanías y comida.
En Oaxaca nos sentimos orgullosos de contar con 5 comunidades a las que se les ha otorgado el título de Pueblos Mágicos de México, un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianeidad, en fin magia que te emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico. El Programa Pueblos Mágicos contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros.
El nombre de mezcal tiene sus raíces en una de las antiguas lenguas nativas de la zona y se traduce como ‘agave (también conocido como maguey) cocido’. Aunque los oaxaqueños prehispánicos utilizaron maguey para hacer pulque (una bebida alcohólica sin destilar), parece que los avances reales en la producción de mezcal se produjeron cuando los españoles llegaron a Oaxaca; al traer con ellos su conocimiento de procesos de destilación.
La Ciudad de Oaxaca es un destino que ofrece una gran variedad de atractivos y encantos turísticos que dejan a cualquiera sorprendido. Sin embargo, hay otros lugares que también vale la pena conocer y se encuentran en los alrededores de la ciudad, en cuyo entorno se ubican diversas poblaciones, cada una con una personalidad y una tradición artesanal propia, acompañadas de sus respectivas costumbres, fiestas y platillos.